miércoles, 30 de enero de 2008

SIN PALABRAS


Ah jijos... y yo que creìa que nadie me leìa...


Nunca creì que un simple comentario fuera a generar tal revuelo y fuera a granjearme tantas mentadas de madre (sorry, jefa, tapese los oidos y no haga caso....)

El caso es que el comentario sobre los perros que muerden la mano que les da de tragar generò tantas reacciones adversas, que por un lado me da gusto porque quiere decir que si me leen (muchisisimas gracias por su atención), pero por otro lado me preocupa porque me da miedo constatar la capacidad de interpretaciòn acomodaticia y a conveniencia que tiene el ser humano.


Por màs que ya leì y releì lo escrito, pues nomás no encuentro ningún párrafo en donde haya yo puesto nombres o apelativos, donde haya acusado o señalado a alguien en particular... Entonces porquè tanto brinco?. Bien dice el dicho popular: a quien le quede el saco que se lo ponga y como diría El Pelos: las mentadas de madre son como las llamadas a mis, va quien se le pega la gana, quien no, pues no, así de fácil.


Si pisé algunos callos, si toqué algunas fibras sensibles, si ofendì o lastimé a alguien que se haya sentido aludido, pues que pena; pero insisto, por màs que leo, no hallo ningun párrafo en donde se acuse a alguien de ser perro, a menos claro, que les haya dado rabia y se empiecen a rascar las pulgas, pero pues ese ya no es mi problema.


Ahora, si alguien tiene algo que reclamar, pues justo en este espacio se ofrece un segmento para que manden sus comentarios, mentadas, criticas, rèplicas, etc. Pero ojo, aclaración no pedida..., si alguien reclama me daría la razón... o no?

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