jueves, 6 de marzo de 2008

¡ EL TIO LOLO RELOADED !

Lamento mucho haberlos privado de mi presencia durante algunos dias, que para muchos de ustedes se han de haber convertido en semanas, meses, AÑOS… pero es que fue necesario que me ausentara.
Debo confesar que desde hace varios dìas, semanas tal vez, llegue a caer en un estado de fastidio, de hartazgo, de enojo, de incomodidad, de conformismo. No se si les ha pasado pero llega el momento en que uno se siente como ciclado, como si le faltara a uno la motivación o las ganas de hacer algo o de hacer todo.
La verdad así me encontraba: sumido en las presiones de la chamba, la familia, la gente que me rodea, la vida misma. Como si me hubiera tirado por un tobogán por el que estuve cayendo durante varios años y por fin encontré el fondo.
Y justo cuando estaba en el fondo, justo cuando llegué al vacío, justo cuando el volcán dentro de mí estuvo a punto de hacer erupción, me acordé de la LEY DE OCTAVAS que un ANGEL me enseñó alguna vez. (ANGEL: si estas leyendo esto, entérate què bien aprendì)
Según ANGEL, la ley de octavas es como el pautado de la música, tienes un ciclo de 8 pasos u ocho acordes y llegas a un descanso. Asi es la vida, o mas bien asi deberiamos trazar nuestra vida, en octavas. Y cada vez que sintamos que llegamos a la octava, debemos de hacer forzosamente un descanso. Respirar. Y reiniciar el camino.
Por lo menos así lo entendí. Pero algo que también entendí es que nunca podremos resolver y recuperar lo que hemos dejado atrás. La vida no es ciclica como lo hacemos creer cada cumpleaños, sino que es lineal, sigue en recta, avanzando. Sigue hacia delante, hay pausas, hay descansos, y sigues adelante. Pero nunca debemos de volver la vista atrás y mirar todo lo que hemos dejado. Bueno o malo, lo hecho, hecho está. Si no se pudo resolver en su momento, mucho menos se va a resolver después. Sabemos qué es lo que hemos vivido, sabemos lo que en su momento no fue bueno así que tenemos la respuesta para no volver a caer o tropezar, pero siempre caminando y mirando hacia delante. Así que lo mejor es seguir adelante sin volver la vista atràs, y mucho menos caminar de espaldas. Ya lo pasado, pasado. Lo de adelante es lo que importa.
Asi es como me encontraba yo, digamos que llegué a mi octava y necesitaba hacer un descanso, una pausa obligada y necesaria. Necesitaba poner en orden mis ideas, mis pensamientos, mis prioridades.
Segùn yo, no tenía ya motivaciones, alicientes, según yo ya no tenia caso hacer las cosas y entonces parecía autómata, haciendo las cosas al ahí se va, monótonas, vacías, sin alma. Haciendo por hacer, nada más. Digamos que falsamente encontré mi círculo de confort y ya no me quería salir de él, aun en el entendido de que no era lo que yo quería.
Pero entonces, llegue a mi descanso, y reflexioné, busqué mis motivos, mis motivaciones, mis alicientes, y las encontré. Me costó trabajo darme cuenta de que siempre las he tenido delante de mì, cerca de mí, junto a mí, pero las había desplazado por ilusiones banales, por sentimientos efímeros, por ideas locas y baratas que solo construyeron castillos en el aire, esas que engañan, que ilusionan, que hacen pasar un buen rato nada más, reconfortan de repente pero no te llenan. Esas que te engañan diciendote que eres importante, pero que nunca demuestran realmente interés en ti, que sólo están contigo mientras les sirvas, pero que no les importa si uno es el que necesita algo.
Las que realmente importaban, afloraron frente a mí y me hicieron entender que siempre han estado ahí para cuando las requiera, no necesito hacer nada, no necesito comprar nada, ahì están y estarán siempre.
Así que después de esta reflexión, decidí levantarme, reiniciar mi camino, dejar el lastre atrás, recargarme de energía y volver al camino.
Así que, señoras y señores, aquí me tienen, de vuelta, y les garantizo que mucho mejor que antes.
A Dany y a Rafiki…. Gracias, mis amores, va por ustedes ¡!!!!!!!!!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

huevon

Anónimo dijo...

No eres pariente de la creadora de Balance Financiero (la columna)???

Muy similares.

Lic. Jiménez

Anónimo dijo...

No pensé que leyeras a Covey, tenía la idea de que esos libros no eran para ti, podría sentirme desilusionada, pero otorgaré el beneficio de la duda y no descalificaré (tanto) esos "librillos", pensaré entonces en el beneficio de que te hayas percatado de estar en tu círculo de comodidad y salir de éste.

Tu sobrina

TIO LOLO dijo...

NO LEO A COVEY NI A CARLOS CUAUHTEMOC SANCHEZ NI A DEEPAK CHOPRA NI A CORIN TELLADO NI A CARIDAD BRAVO ADAMS... TODO LO QUE HE APRENDIDO SE LO DEBO A MI ANGEL Y A SU COLEGA BENAVENTE... ELLAS SON MIS MENTORAS