
Nadie llega a una jefatura sabiendo lo que es ser jefe, lo aprende uno con el batallar diario, o en casos extremos, en situaciones difíciles… a fregadazos.
Asumir la jefatura de un departamento o en una oficina, después de haber trabajado en ella como empleado, es sin duda alguna, lo más difícil. De repente, tienes que hacerte a la idea de que la amistad, la complicidad o compadrazgo tienen necesariamente que pasar a un segundo plano porque de plano te llenas de responsabilidades y exigencias por parte de tus superiores, y entonces te conviertes en el apestado, el mamón, el payaso, en "el hijo-de-la-chingada", en el "ya se le subió", en el "eres igualito que tu jefe", etc.
Para empezar, tienes que enfrentar el garlito de "y porqué a él" de tus compañeros cuando te dan la jefatura. Y es que de plano es muy difícil que los demás entiendan, primero, que uno la buscó, digo, el que no habla Dios no lo oye, entonces, si está libre una plaza y uno se siente capaz de llenarla, porqué no pedirla?
Luego, si tu director, coordinador o secretario, después de analizarlo, te confieren la responsabilidad de la plaza de jefe y empiezas a asumir como tal, luego te enfrentas al "Ufff, ya es el consentido", "Ufff, el director solo habla con él", "Ufff, a mi no me va a dar órdenes", y así. Claro, los que hablan, son los mismos que corrieron a la posibilidad de pedir el chance de ocupar esa misma plaza, o de plano, aquellos a los que nunca podrían ofrecérselas por su poca disposición o capacidad para el trabajo.
Una vez superado ese paso, viene el siguiente: Cómo hacer que los demás te vean como su jefe directo y ganarte su respeto?. Si mantienes la misma camaradería que antes, te toman como el cuate que todo lo va a consecuentar: permisos, faltas, trabajos mal hechos, etc. Si te vuelves serio, entonces eres el mamón, el que "no-tengo-porque-hacerle-caso", el "este cabrón no me va a mandar", te vuelves el blanco de todas las miradas y críticas, te convierten en el blanco de los comentarios, burlas y mentadas.
Si la llevas tranquilo, puede que te hagan la deferencia de hacerte caso y tal vez hasta te apoyen cuando das alguna orden, si por casualidad hay un pleitecillo o ya caíste de la gracia de uno o de otro, nomás porque "no-se-vale-que-gane-màs-que-yo" entonces se vuelve una lucha de poder porque te retan y retan todas tus órdenes y peticiones. Y cuidado! Si ese jueguito de poder es contra el más cabrón de la oficina, el matalas-callando que manipula a los más débiles y se agazapa detrás de la roca mientras manda al otro a tirar mierda, esos son los más peligrosos porque frente a ti es el cuate y por detrás te tira la puñalada y el que se encarga de poner a demás personas en tu contra.
Lo peor es cuando llega tu prueba de fuego, cuando se te presenta la oportunidad de demostrar de una buena vez que eres merecedor del cargo y, sobre todo, que tus compañeros a tu cargo se den cuenta de que a lo tarugo no andas. Tal vez el trago sea muy amargo, tal vez la situación se ponga difícil, tal vez te haga dudar su eres merecedor al cargo, tal vez te haga pensar que la regaste, te convertirás en el más ojete de todos, serás el artífice de lágrimas banales e hipócritas, por supuesto te convertirás en el enemigo público número uno, te inventarán toda clase de chismes, desde los más coherentes hasta los mas estùpidos e inverosímiles que te puedan inventar, de esos que son capaces de destruir amistades y entorpecer relaciones personales, intentaràn hacerte sentir el más miserable de la oficina.
Si enfrentas con éxito esta situación, si haces valer el cargo y, sobre todo, tus jefes superiores te dan la razón y te respaldan, ya estás del otro lado. Con la frente en alto puedes continuar tu trabajo, asumir con más entereza tu cargo, ganarte poco a poco el respeto de los demás, aunque como amigos ya no los veas ni te vean, aunque te cueste trabajo, porque seguirán las patadas bajo la mesa. Pero al final, cuando tengas que rendir cuentas veas que el resultado es satisfactorio, todo habrá valido la pena.
4 comentarios:
¿Serías tan amable de escribir algo como... "lo difícil que es no ser elegido... el jefe" ?.
Seguramente somos más en cantidad los que tenemos la posibilidad de no ser escogidos para ser el nuevo jefe. De esta forma ya tendremos tela de donde cortar.
Claro que si. Con todo gusto. Nada más una sugerencia: aguanten!!!...Porque salen con caaaaaada cosa... o hasta chismes en verdad cañoooones...
chismes ??? les duele que digamos la verdad y no andamos de limpiabotas como tu y otros tantos
Ya pueden consultar la respuesta que TANTO deseaban.
a Hyru: Gracias por tus comentarios, seguiremos trabajando para que mantengamos tu atención.
Adios
Publicar un comentario