Felipe:
El día de ayer recordé tu segundo adiós. Ya han pasado 10 años desde que te fuiste otra vez.
Aún recuerdo aquel 23 de enero de 1998, cuando en mi oficina recibí la llamada telefónica que me dio la noticia y también recuerdo mi reacción: ¡ah, pues... que mal!.
Recuerdo la reacción de tus deudos cuando me vieron llegar al funeral. Era comprensible, tal vez era yo la última persona que hubieran esperado ver ahí. Me impresioné al ver a tu madre desmayarse después de que me vio entrar. Seguro pensó que era una aparición.
A que diablos fuí? No lo sé. A despedirte? a reclamarte? a llorarte? No lo sé, la verdad. Y es que no tenía razones para haber asistido. No eras nada mío, te habias encargado de romper el lazo que alguna vez nos unió. Una unióm muy breve, muy frágil, muy efímera, muy violenta, tormentosa, triste. Una unión que tú mismo te encargaste de borrar por completo al no recordar cumpleaños, al no compartir sonrisas, al no consolar llantos, al no aclarar dudas existenciales, al no ser cómplice de travesuras, al no alentar relaciones, al no reprender malas calificaciones, al no ejercer tu derecho natural, aun cuando no vivieras en el mismo techo.
A que diablos fui? No lo sé. Recuerdo que cuando estuve frente a tu feretro y te vi adentro, quise llorarte, quise gritarte, quise pedirte explicaciones, quise reclamarte y no pude. Te vi adentro, tan miserable, tan pobre, tan reducido, tan solo, si, igual que como viviste. Y entonces, sorpresivamente, te di las gracias.
Si, te agradecí. Te agradecí porque lejos de disminuirme, me fortaleciste. Supe que, contrario a tí, puedo enfrentarme a los problemas, puedo asumir responsabilidades, puedo querer, puedo amar, puedo ser buen amigo, puedo trabajar y ser excelente en mi trabajo, puedo salir adelante y cumplir mis sueños, puedo ser el mejor padre del mundo para mis dos hijos. supe que aunque soy físicamente igual a tí, soy totalmente diferente. Supe y lo sé ahora que SOY mejor que tú.
Hoy, 10 años después, recuerdo tu segundo adios, tu segunda partida; ésta, definitiva, y ya sin sorpresa, te sigo agradeciendo.
Y nomás por educación: Espero que estés descansando en paz.
4 comentarios:
quién putos es felipe? atte Felipe
QUE NO ENTIENDES EL MENSAJE BURRIS????
EVIDENTEMENTE NO. . . TONTOOOOOO!!
jajajaja
Tio Lolo:
No debes guardar rencores, hay que saber perdonar. Lo pasado pasado, mira para enfrente y ya. Me consta que eres mejor, en muchas cosas, y por supuesto que tus hijos nunca diràn ni se expresaràn de ti como lo has hecho de mi hermano.
Tío Lolo: Enorme lo que escribiste, le leí y me quede perplejo (no pendejo como el regreso del lobo)... no juzgo tu sentimiento, pero ese "soy mejor" esta de huevos... felicidades.
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